Lily Parr: la estrella que cambió el destino del fútbol femenino

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By Mario Sanz

Inicios

Lilian “Lily” Parr nació el 26 de abril de 1905 en Saint Helens, una ciudad industrial cerca de Liverpool. Fue la cuarta hija de George y Sarah Parr, una familia obrera que trabajaba en una fábrica de vidrio

Desde pequeña, Lily mostró su pasión por el deporte y su espíritu intrépido. Jugaba al fútbol y al rugby con sus hermanos mayores y con otros niños del barrio, sin importarle las normas sociales que consideraban esas actividades como propias de los hombres.

Su complexión robusta y su altura (1,77 m) le daban una ventaja física sobre sus rivales, pero también tenía una gran técnica y una visión de juego que la hacían destacar. 

Su posición natural era la de extremo izquierdo, desde donde desbordaba a los defensas y centraba o remataba con fuerza. Se decía que su disparo era tan potente que podía romper la red de la portería o dejar marcas en el cuerpo de los porteros.

De la fábrica al estadio

A los 14 años, Lily fue fichada por el Dick, Kerr’s Ladies, el mejor equipo de fútbol femenino de Inglaterra y uno de los más famosos del mundo. El equipo se había formado en 1917 en Preston, Lancashire, Inglaterra como una iniciativa de la empresa de municiones Dick, Kerr & Co. En ella trabajaban muchas mujeres durante la Primera Guerra Mundial con el objetivo de fabricar munición de guerra.

El Dick, Kerr’s Ladies pronto se convirtió en un fenómeno social y mediático, que atraía a miles de espectadores a sus partidos. El récord se dio el 27 de diciembre de 1920, cuando más de 53.000 personas llenaron el estadio de Goodison Park, en Liverpool, para ver el duelo entre el equipo de Preston y el St. Helens Ladies. El resultado fue un contundente 4-0 a favor de las locales.

El equipo también realizó giras por el Reino Unido y por otros países, como Estados Unidos, Canadá o Francia, donde se enfrentaron tanto a equipos femeninos como masculinos, demostrando su calidad y su competitividad. 

En total, entre 1919 y 1950, Lily Parr anotó más de 900 goles (se estiman 986) en unos 437 partidos, lo que la convirtió en la máxima goleadora de la historia del fútbol femenino.

La prohibición del fútbol femenino

Sin embargo, el éxito del fútbol femenino también generó recelos y críticas por parte de algunos sectores conservadores, que lo consideraban una amenaza para la moral y la salud de las mujeres

En 1921, la Asociación Inglesa de Fútbol (FA) decidió prohibir a los clubes femeninos usar las instalaciones y los árbitros de los clubes afiliados, lo que supuso un duro golpe para el desarrollo del deporte.

La FA argumentó que el fútbol era “inadecuado para las mujeres desde el punto de vista médico y físico” y que su práctica podía afectar a su capacidad reproductiva. También se esgrimieron razones económicas, ya que se temía que el fútbol femenino restara público y recursos al fútbol masculino, que se estaba recuperando tras la guerra.

En 1926, el Dick, Kerr’s Ladies se independizó de la empresa y pasó a llamarse Preston Ladies. El equipo continuó disputando partidos benéficos y exhibiciones por todo el país, aunque con menos repercusión que antes.

La prohibición duró hasta 1971, cuando la FA reconoció finalmente al fútbol femenino y le otorgó una estructura organizativa. Durante esos 50 años, muchas mujeres tuvieron que jugar en campos amateurs, en ligas no oficiales o en el extranjero, sin el apoyo ni el reconocimiento que merecían.

Últimos años

Lily Parr no se dejó intimidar por la prohibición y siguió jugando al fútbol hasta los 45 años. El 12 de agosto de 1950 se retiró del fútbol tras jugar su último partido contra Escocia, con un resultado de 11-1

Lily Parr fue una mujer a la que jamás le importaron las prohibiciones impuestas por la sociedad de la época. Tampoco le importaron a la hora de amar a su novia Mary, porque Lily jamás escondió su amor por ella, a pesar de que entonces la homosexualidad estaba prohibida. Era una mujer adelantada a su tiempo, que rompió moldes y estereotipos.

En 2002, fue la primera mujer en ingresar en el Salón de la Fama del Fútbol Inglés, en el Museo Nacional del Fútbol, donde se exhibe una estatua de bronce en su honor.

Lily Parr fue la primera gran estrella del fútbol femenino, una jugadora que deslumbró por su talento, su carisma y su valentía. Su historia es un ejemplo de superación, de lucha y de amor por el deporte y por su pasión, que ha inspirado a varias generaciones de futbolistas. 

Al demostrar que el fútbol no tiene género, sino pasión y talento; al ser la primera mujer en el Salón de la Fama, pero no la última; al escribir su nombre con letras de oro en el deporte más bonito del mundo; Lily Parr no solo jugó al fútbol, hizo historia.

Dos citas para la historia

«¡Llévame al hospital lo más rápido que puedas, me ha roto el brazo!»

Portero profesional que intentó parar un tiro de Lily Parr

«Grande, rápida y fuerte, astuta y saca los córners mejor que muchos hombres. Anota desde ángulos extraordinarios cuando cruza por la izquierda, con los que casi rompe la red.»

Descripción de Lily en una publicación tras un partido contra Stoke en 1923

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