Arthur Friedenreich da Silva Santos nació el 18 de julio de 1892 en São Paulo, Brasil y fue un futbolista brasileño del primer tercio del siglo XX. Arthur destaca, entre otras cosas, por ser el futbolista con más goles de la historia, 1329, superando a Pelé con 1284, aunque la FIFA sólo le reconoce 550 goles y el IFFHS 354.
Jugó en algunos de los equipos más grandes de Brasil, como el Santos F.C., el C.R. Flamengo y el São Paulo F.C. Era hijo de un inmigrante alemán y una mujer brasileña, un mulato de piel oscura que reinó en una época en la que el fútbol era un deporte de blancos.
En el palmarés de Arthur Friedenreich destacan 7 Campeonatos Paulista (jugado antes del actual Brasileirão, la primera división brasileña), 6 de ellos con el São Paulo y 1 con el Santos. Además, con la selección de Brasil ganó 2 Copa América en 1919 y 1922, siendo el máximo goleador en la mayoría de ellos.
El precursor del jogo bonito
Jogo bonito es un término en portugués que significa «juego bonito». Se refiere a un estilo de juego en el fútbol que destaca por su elegancia, creatividad, habilidad técnica y belleza estética. El jogo bonito valora el juego ofensivo, los regates elaborados, los pases precisos y los goles espectaculares, el fútbol de fantasía, el que se juega en las calles, en los suburbios, el fútbol que no conoce de límites, es la máxima expresión del arte del fútbol, convirtiéndose en un distintivo del fútbol brasileño.
Algunos de los máximos representantes de esta manera de jugar al fútbol son Pelé, Garrincha, Ronaldo y Ronaldinho. A pesar de que su origen se le atribuye al futbolista brasileño Waldyr Pereira, Didi, uno de sus precursores fue Arthur Friedenreich. Era un jugador distinto a lo que existía en sus tiempos: regateador, imaginativo y alegre con el balón, rompía los moldes de aquel fútbol aún con influencia europea.
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La prohibición de jugar en la selección brasileña a jugadores no blancos
Arthur Friedenreich fue el primer jugador afro-brasileño en una época dominada por blancos y en la cual los negros no eran aceptados. Arthur Friedenreich tenía que untarse la cara y el cuerpo con crema de arroz antes de saltar a los terrenos de juego para parecer un jugador blanco. El futbolista brasileño tampoco podía acceder a los mismos lugares que sus compañeros blancos, eran dos mundos, en el fútbol no habían excepciones respecto a la sociedad.
Alrededor de 1920, con Epitácio Pessoa como Presidente de Brasil (1919-1922), se instauró una ley que prohibía a los jugadores no blancos jugar con la selección de Brasil. Poco le sirvió a Friendenreich su gran desempeño en la Copa América del año anterior para una posible excepción del Gobierno. Sin embargo, los malos resultados obtenidos por el conjunto carioca en las ediciones de 1920 y 1921 de la Copa América salieron a relucir y esa ley fue revocada, dando paso a la vuelta de esos jugadores, entre ellos Arthur Friedenreich.
Gracias a su fútbol, la historia ha podido conocer a un jugador como Pelé, no sólo por ser el predecesor del juego que lo caracterizó, sino también por ser el pionero del hecho de que los hombres negros pudiesen jugar para su país.
Arthur Friendenreich, según aquellos que lo vieron jugar, nunca falló un penalti de los más de 500 que tiró. Finalmente se retiró en 1935 con 43 años y falleció el 6 de septiembre de 1969, a la edad de 77 años.