Beckham y el odio despiadado inglés por una “patada”

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By Mario Sanz

David Robert Joseph Beckham, nacido el 2 mayo de 1975 en Londres y nombrado Robert por el amor de su padre al Manchester United, en especial a Bobby Charlton, es una de las máximas leyendas de la historia de Inglaterra. Llegó al Manchester United de la mano de Sir Alex Ferguson cuando sólo tenía 14 años, habiendo destacado previamente en clubes locales y condales.

Jugó, además del Manchester United, en clubes como el Real Madrid o el A.C. Milan, antes de su retirada en el PSG. Beckham destacaba por tener un “guante en el pie”, colocar el balón donde quería, un pase magistral, mucha inteligencia en el juego y por una de las mejores técnicas de lanzamiento de tiros libres de la historia.

El inglés tiene uno de los estilos de golpeo más reconocibles de todos los tiempos, imitado por todo el mundo por su característica forma de levantar el brazo, la colocación del cuerpo y la elegancia en el juego que eso supone. 
David Beckham se convirtió en un ídolo para el Manchester United y para Inglaterra, sin embargo, su vida cambiaría un 30 de junio de 1998.

David Beckham y su ascenso a ídolo inglés

Beckham debutó con el Manchester United el 23 de septiembre de 1992, con 17 años, y desde el primer momento se veía que era un jugador diferente destinado a marcar una época en el club de los Red Devils. En su primera temporada, ganó la Premier League (título que el club llevaba sin ganar desde la temporada 1966/67) y la Community Shield, aunque sin prácticamente jugar, pero desde entonces se convertiría en un jugador clave y diferencial para los títulos que irían llegando a las oficinas del equipo inglés.

A medida que pasaban las temporadas, Beckham era más y más querido por la afición, gracias a sus grandes actuaciones, a su amor por el club y por el país y por su carácter dentro y fuera del terreno de juego. El culmen del jugador británico llega en la temporada 1998/99 cuando gana el triplete (Premier League, FA Cup y UEFA Champions League) con el club de sus sueños. 

Sin embargo, en la selección de Inglaterra la historia fue distinta.

Inglaterra, Beckham y el Mundial de 1998

El conjunto inglés llegaba a la Copa Mundial como uno de los favoritos a llevarse el título. Un joven Beckham de 23 años deslumbraba en Manchester y, habiendo debutado con su selección en el 96, se postulaba para ser la figura clave de una Inglaterra campeona del mundo. Los ingleses habían ganado 2 de los 3 partidos de la fase de grupos antes de llegar a los octavos de final contra Argentina y Beckham había marcado un gol contra Colombia

La “patada”

El 30 de junio de 1998 llega el partido contra Argentina, marcado por las tensiones históricas entre ambos países. El encuentro se fue 2-2 al descanso con goles de Batistuta y Zanetti para el conjunto albiceleste y de Shearer y Owen para The Team of the Rose. No obstante, en el minuto 47, Simeone carga contra Beckham cometiendo una infracción señalada por el árbitro.

El “7” de los ingleses, ya en el suelo y motivado por una actitud provocativa de Diego Pablo Simeone, como él mismo reconoció en el reciente documental Beckham: “(Llevaba) un tiempo molestándolo, a ver si…”, soltó la pierna en lo que parecía una patada hacia El Cholo y fue expulsado con roja directa. La grada empezó a abuchear e insultar a su propio jugador por haberlos dejado con uno menos.

Finalmente, Inglaterra perdió ese partido en penaltis y quedó eliminada del mundial, algo que, quizás, los ingleses nunca le perdonaron. Todo el mundo lo culpaba de ello: afición, prensa y hasta Glenn Hoddler, el seleccionador del momento, algo que nunca pasaba con Sir Alex Ferguson y el United.

En el ya mencionado documental, Simeone reconoce que se tiró y exageró esa acción con David: “Absolutamente no, absolutamente no (a la pregunta de si merecía la tarjeta roja). El contacto es mínimo, hay una exageración, tira a un imaginario golpeo de David”.

A partir de entonces, se sucedieron los insultos, abucheos y desprecios contra David Beckham en cada uno de los campos ingleses que pisaba, salvo uno, Old Trafford, El teatro de los sueños, hogar del Manchester United. En él, los aficionados lo aplaudían y lo apoyaban, al igual que sus compañeros de equipo, que lo arropaban y se negaron a alimentar todo ese odio desmedido e injusto y fueron, más que nunca, una familia.

David Beckham ha hablado muchas veces de lo que significó esa jugada en su vida: algo que, a pesar de ser la peor época de su vida, lo ayudó a madurar como futbolista y como persona. A pesar de ello, ha expresado en otras tantas ocasiones que se le hace muy difícil hablar de ello.

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David Beckham es el mejor ejemplo de lo que es la elegancia futbolística y la precisión milimétrica, además de representar la superación a las adversidades. Beckham es, sin duda, uno de los mejores jugadores de la historia reciente.

Con 115 partidos, es el tercer jugador con más partidos de la selección de Inglaterra y es el quinto máximo anotador de tiro libre de la historia del fútbol. Beckham personificó la excelencia futbolística y dejó un legado imborrable en la historia del fútbol inglés.

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