El mundo del fútbol está de luto por la pérdida de uno de sus más grandes ídolos: Franz Beckenbauer, el hombre que revolucionó el juego desde la posición de líbero y que logró la hazaña de ganar el Mundial como jugador y como entrenador. Su legado es imborrable y su figura es admirada por todos los amantes de este deporte.
Beckenbauer fue uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, y también uno de los más exitosos como jugador y como entrenador. Apodado “el Káiser” por su elegancia, liderazgo y autoridad en el campo, Beckenbauer marcó una época en el fútbol mundial, tanto con el Bayern de Múnich como con la selección de Alemania Federal*.
Sus inicios
Franz Anton Beckenbauer nació en Múnich el 11 de septiembre de 1945, en una familia humilde. Desde niño mostró su pasión por el fútbol, iniciándose en el SC 1906 München, un modesto club local y despuntando en el TSV Múnich 1860.
A los 14 años, fue fichado por el Bayern de Múnich, donde empezó a destacar como mediocampista ofensivo.Su debut con el primer equipo del Bayern se produjo en 1964, cuando el club todavía jugaba en la segunda división alemana.
Al año siguiente, logró el ascenso a la Bundesliga, y también debutó con la selección de Alemania Federal*, con la que disputaría su primera Copa del Mundo en 1966, en Inglaterra. Anotó cuatro goles en ese mismo mundial, asombrando a todo el mundo del fútbol.
Su consagración con el Bayern de Múnich
En la década de los 70, Beckenbauer alcanzó su plenitud como futbolista, y se convirtió en el líder indiscutible del Bayern. Su posición en el campo cambió, y pasó a jugar como líbero, un defensa que tenía libertad para subir al ataque y organizar el juego. Beckenbauer fue el primero que jugó de líbero, fue el gran exponente de este rol, que revolucionó el fútbol de la época.
Con el Bayern, Beckenbauer ganó cuatro Bundesligas, cuatro Copas de Alemania, una Recopa de Europa, tres Copas de Europa consecutivas, entre 1974 y 1976 y una Copa Intercontinental. Fue el primer jugador en levantar tres veces el trofeo más prestigioso de clubes como capitán. Además, fue galardonado con dos Balones de Oro, en 1972 y 1976, siendo el primer defensa en lograr este reconocimiento.
Su consagración con la selección de Alemania Occidental*
Beckenbauer también hizo historia con la selección de Alemania Occidental*, a la que defendió con orgullo y entrega. Con la camiseta de su país, disputó cuatro Copas del Mundo, y ganó una Eurocopa y un Mundial.
Mundial de 1970
Cuatro años después de la sorpresa en la Copa del Mundo de 1966, Beckenbauer protagonizó una de las imágenes más icónicas de la historia del fútbol: jugar con el brazo en cabestrillo. Fue en el partido de semifinales contra Italia, conocido como el “Partido del Siglo”, que acabó con un 4-3 para los italianos tras una prórroga épica. Beckenbauer se lesionó el hombro en el minuto 70, pero siguió jugando hasta el final, ya que su equipo había agotado los cambios. Su entrega y su coraje fueron admirados por todo el mundo.
La Eurocopa de 1972
En 1972, Beckenbauer ganó la Eurocopa, derrotando a la Unión Soviética por 0-3 en la final, con una exhibición de fútbol total. Fue el primer título continental de Alemania, y el segundo de Beckenbauer, que ya había ganado la Recopa de Europa con el Bayern en 1967.
El Mundial de 1974
En 1974, Beckenbauer cumplió su sueño de ser campeón del mundo, al vencer a Holanda por 2-1 en la final disputada en su país. Beckenbauer fue el encargado de levantar la Copa del Mundo, y se convirtió en el primer jugador en conseguir el doblete de Eurocopa y Mundial. Además, fue elegido balón de plata, por detrás de Johan Cruyff, el líder de la “Naranja Mecánica”.
En 1983, Beckenbauer jugó su último partido con la selección alemana.
Su etapa en Estados Unidos
En 1977, Beckenbauer sorprendió al mundo del fútbol al fichar por el Cosmos de Nueva York, un equipo de la liga estadounidense que contaba con otras estrellas como Pelé, Carlos Alberto o Giorgio Chinaglia. El objetivo de Beckenbauer era promover el fútbol en Estados Unidos, y también disfrutar de una vida más tranquila y glamurosa.Con el Cosmos, Beckenbauer ganó tres títulos de liga, y se convirtió en un ídolo para los aficionados. También siguió jugando con la selección, pero no participó en su cuarta Copa del Mundo en 1978, en Argentina, tras el no del Cosmos.
Su regreso a Europa
En 1980, Beckenbauer decidió volver a Europa, y fichó por el Hamburger SV, el gran rival del Bayern. Con el equipo de Hamburgo, Beckenbauer jugó dos temporadas, y en su última campaña consiguió su quinta Bundesliga, en 1982.
En 1983, Beckenbauer regresó al Cosmos, donde jugó su última temporada como profesional. Se retiró a los 38 años, con un palmarés impresionante y con el respeto de todo el mundo del fútbol.
Su carrera como entrenador
Tras su retirada, Beckenbauer se dedicó a entrenar, y demostró que también tenía talento para dirigir desde el banquillo. Su primer reto fue la selección de Alemania Occidental*, de la que tomó las riendas en 1984, sustituyendo a Jupp Derwall, quien fue obligado a renunciar al cargo.
Con Beckenbauer al mando, Alemania recuperó su protagonismo en el escenario internacional, y llegó a dos finales consecutivas de la Copa del Mundo.
El Mundial de 1986
En 1986, en México, Beckenbauer llevó a Alemania a la final del Mundial, donde se enfrentó a Argentina, el equipo de Maradona. El partido estuvo muy disputado, y se decidió por un gol de Burruchaga en el minuto 85, que dio el triunfo a los sudamericanos por 3-2. Beckenbauer tuvo que conformarse con el subcampeonato, pero recibió el elogio de la prensa por su trabajo al frente de la selección.
El Mundial de 1990: el entrenador que repitió la gloria
En 1990, en Italia, Beckenbauer tuvo la oportunidad de la revancha, y volvió a llevar a Alemania a la final del Mundial, donde se encontró de nuevo con Argentina. Esta vez, el partido fue más cerrado y táctico, y se resolvió por un gol de penalti de Brehme en el minuto 85, que dio la victoria a los alemanes por 1-0. Beckenbauer se convirtió así en el segundo hombre, después de Mário Zagallo, en ganar el Mundial como jugador y como entrenador. Luego, se uniría a ellos Didier Deschamps.
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Después de este éxito, Beckenbauer dejó la selección, y pasó a ser el director técnico del Olympique de Marsella, con el que ganaría la liga francesa.
En 1993, Beckenbauer regresó al Bayern de Múnich, esta vez como entrenador. Su misión era reconducir al equipo, que atravesaba una crisis de resultados y de juego. Beckenbauer logró el objetivo, y llevó al Bayern a ganar su decimotercera Bundesliga en 1994.
En 1996, ya como presidente del club germano, tomó las riendas del club como entrenador interino desde finales de abril hasta mitad de mayo. En ese mes, Beckenbauer ganó con el Bayern de Múnich la Copa de la UEFA y dejó el banquillo a final de temporada.
Tras ello, pasó a ocupar el cargo de presidente del club con plenas facultades, que mantuvo hasta 2009. Durante su presidencia, el Bayern se consolidó como el mejor equipo de Alemania, y también como uno de los más poderosos de Europa, ganando ocho Bundesligas, seis Copas de Alemania, una Copa de la UEFA y una Copa de Europa.
Su legado
Como presidente del Bayern de Múnich, impulsó la construcción del Allianz Arena. Ocupó el puesto de presidente honorario del club bávaro hasta su fallecimiento. También fue miembro de los Comités Ejecutivos de la FIFA y del comité organizador del Mundial de 2006, que se celebró en Alemania.
Beckenbauer recibió numerosos reconocimientos a lo largo de su vida, como los ya mencionados dos Balones de Oro o la Orden del Mérito de la FIFA. Fue incluido en el FIFA 100, el XI Mundial del Siglo XX, el Dream Team de la Copa Mundial de la FIFA, Dream Team del Balón de Oro y en la lista del Mejor Futbolista del Mundo del siglo XX por la IFFHS en tercera posición; entre otros muchos otros.
Franz Beckenbauer ha fallecido este 7 de enero de 2024 en Salzburgo, Austria, a los 78 años, tras luchar contra una enfermedad durante sus últimos meses de vida. Su muerte ha conmocionado al mundo del fútbol, que le ha rendido multitud de homenajes. Su nombre quedará para siempre en la memoria de todos los que aman este deporte. Franz Beckenbauer fue, es y será el Káiser del deporte más hermoso de todos.
*Los términos Alemania Federal y Alemania Occidental se refieren a la misma selección.